miércoles, 19 de agosto de 2009

Un policía armado sin control es peligroso


Un policía armado que no tiene autocontrol es tan peligroso como el peor de los delincuentes, y es que para nadie es un secreto que los policías ya sean Municipales, Estatales o Federales, incurren en abuso de la fuerza y autoridad, agresión física o verbal y se considera nocivo para la sociedad y la corporación.
Los policías no deben andar armados cuando están fuera de servicio, el escaso y precario control que de por sí, exhiben las policías, desde la federal hasta los de provincia, incrementan su peligrosidad cuando además los agentes de una institución que debería estar asociada al concepto y a la práctica de la seguridad, tienen algunos la autorización para vivir armados, andar por la calle armados, dormir armados, más allá de que estén o no prestando servicio.
Naturalmente, en cualquier sociedad compleja, no siempre el policía de servicio está de uniforme, hay policía de civil y es correcto que así sea, así pasa en todo el mundo. Pero la sociedad tiene que tener claramente la noción y la conciencia de que quien está armado es porque está en ese momento autorizado a hacerlo porque está prestando servicios.
Es necesario que cualquier fuerza policial actúe con civilidad, cosa que hasta ahora no se ha logrado, la disciplina y el control estricto sobre el uso de armas de fuego debería ser una norma primordial. En resumidas palabras, la policía sólo puede tener el arma de cargo a su disposición cuando está prestando servicios.
Un arma de fuego debe ser usada sólo cuando haya una amenaza grave hacia una persona o al mismo elemento, que ponga en riesgo su integridad física o la vida misma.
El llamado “estado policíaco” es un impedimento de épocas ilegales, de épocas de estado de sitio, de terror de estado. No puede haber un “estado policial” permanente, no se puede pretender que un individuo sea las 24 horas un policía, por que al actuar con el arma de cargo en muchos casos indefenso, o sin colaboración de sus compañeros, los policías no solo pueden matar, sino que pueden ser fácilmente asesinados.
El arma de cada agente de policía debe quedarse en el cuartel policíaco, en el banco de armas. Será una manera elemental, no necesariamente un remedio absoluto pero sí un paso positivo para recuperar el control sobre una fuerza que lo ha perdido.
Una resistencia que nos muestra a menudo tanto sea la federal como las de provincia, que hoy la abrumadora mayoría de los agentes de policía no están en condiciones de serlo.
No solo es falta de preparación, negligencia, desorganización, incompetencia profesional por parte de las policías sino que además no tienen estado físico, están permanentemente distraídos, hablando por sus celulares o platicando con personas de la calle, sin prestar atención a una actividad que ha perdido rigor y seriedad y por lo tanto el respeto de la sociedad.
Roberto Fleischer Haro egresado de la IV generación de la Escuela de Policía. Registro Nacional de Seguridad FEHR440205H26223583 e. Mail rfleischer_44@hotmail.com
ROBERTO FLEISCHER HARO © 2008 Template by:
SkinCorner