Efectivamente por errores humanos y negligencia de las autoridades de tránsito municipal siguen los desmanes y accidentes en materia de vialidad.Simple y sencillamente en el embovedado del canal López Portillo y Lázaro Cárdenas, no se cuenta con ninguna autoridad de tránsito que norme el tráfico de las vías mencionadas, considerando que los indicadores (conos) son insuficientes y ya se propició un accidente lamentable de grandes proporciones.
Estamos haciendo señalamientos de coadyuvancía con las autoridades de vialidad mismas que ignoran nuestras sugerencias, donde indicamos la anarquía vial y por ende se han incrementado accidentes lamentables en el casco urbano de la Ciudad y la zona rural, provocando èsto pèrdidas humanas por la falta de aplicación de la Ley.
Nos falta voluntad política y educación vial, educación vial NO es enseñar las indicaciones viales, es formar los valores en el comportamiento.
Educación vial es antes que respetar la norma fría, valorar los derechos humanos y la integridad física, la cortesía y el respeto así mismo y a los demás.
De poco servirá la Ley o Reglamento de Transito que obliga a dictar educación vial en las escuelas de la ciudad si no se cumple. Claro que para esto es imprescindible la voluntad polìtica.
Debemos promover comportamientos más responsables entre los conductores y los peatones para disminuir la escandalosa cantidad de accidentes de tránsito registrados tanto en la capital como en los municipios del Estado.
Se requiere que la educación vial sea ya una materia formal, los ciudadanos reclaman que sea ésta una enseñanza basada en valores (el respeto por la vida, el respeto del otro) y no en la memorización de las señales de tránsito.
Pero si el Departamento de Tránsito cumpliera con la Ley, para notar los cambios especialmente en la conducta de los automovilistas, habrá que esperar a que las nuevas generaciones se incorporen como actores primarios al sistema vial.
El lamentable condicionamiento económico de muchas de nuestras sociedades hace que con frecuencia pueda observarse en nuestras rutas el traslado de personas (Zona Rural, Periferia de la Ciudad) en las cajas abiertas de los pick up. También lamentablemente es fácil advertir el incremento de accidentes donde participan estos vehículos en tal situación.
Generalmente traen como consecuencia la muerte casi inmediata de tales pasajeros, hecho lógico (lo milagroso es que algunos sobrevivan, con lesiones y minusvalías de por vida) ya que se impactan contra el asfalto provocado por el exceso de velocidad con que se conduce dicho vehìculo.
El tema no solo existe sino que SE AGRAVA, ya que en diversas zonas de ciudades importantes como la nuestra, en donde antes la autoridad de tránsito impedía la práctica, esa tarea se ha relajado, con lo que ya puede apreciarse esa conducta con mayor frecuencia y en aumento.
Mientras tanto los especialistas recomiendan reformar las aplicaciones de sanciones; multiplicar el control sin un esquema de castigos equivalente, se considera que el aumento económico en la sanción a la violación a la Ley o Reglamento de Tránsito, acarrearìa màs corrupciòn en los policías comisionados al departamento de tránsito, considerando que serían puestos a disposición del Juez Calificador, aumentando y propiciando el delito de cohecho.
Es importante una ejecución vial mediante un Operativo Sistemático de Operaciones (PSO).
Roberto Fleischer Haro, egresado de la IV generación de la Escuela de Policía. Registro Nacional de Seguridad FEHR440205H26223583 E. Mail rfleischer_44@hotmail.com
