lunes, 4 de mayo de 2009

Jóvenes Exhibidos Como Delincuentes


Existe un notable mal manejo de la nota roja, que pasó de ser una nota de excepción con un fin social, a informaciones generalizadas que ocupan extensos suplementos en donde se publica sin recato hechos delictivos.
“Es un mal manejo que no ayuda en nada a cumplir la función social que debe tener la prensa escrita” reflexiona, al tiempo de censurar que estas informaciones no contribuyan a elevar el nivel cultural de los lectores, sino a saciar los instintos que su bajo nivel cultural les provee.
La presentación de personas consideradas presuntos delincuentes constituye una ofensa a la dignidad sin ninguna utilidad para el público. Si se llega a acreditar que dicha persona exhibida no tiene responsabilidad ni culpabilidad de un delito, ¿cómo lo reparan? “Hay que ponerse a pensar en el agravio que se ocasiona a los familiares aún suponiendo que sean delincuentes”.
Mientras no se pruebe, no tienen por qué estarse exhibiendo públicamente”, se considera que es urgente un estudio para conocer si no existe un círculo vicioso en el sentido de que las publicaciones realizadas por los medios de comunicación incrementen las conductas delictivas al presentar con tanto escándalo los delitos supuestamente cometidos.
Ponemos como ejemplo la demanda del joven Abraham Moisés Barrera Urzúa, donde pide su reivindicación ante la sociedad, motivado en que fue involucrado en un robo, pero por la falta de intuición de la policía que actúo en su detención y violando sus derechos humanos y sus garantías individuales lo exhibieron sin justificar la imputación del delito del cual lo señalaban.
Todos somos iguales ante la Ley, pero NO ante los encargados de aplicarla.
El fenómeno de la aparición de bandas juveniles que representan un problema complejo desde el punto de vista cultural, escolar, económico, en donde no hay satisfactores que estén generando un ambiente propicio.
Está en manos de los propios lectores saber distinguir y hacer ver a los propios medios masivos que la preferencia estará hacia aquellos medios que presenten la información de manera objetiva, analítica y constructiva, no solo expositivo, porque así no se logra que la sociedad mejore.
El grueso de la población no avala el manejo de la información policíaca y por el contrario lo califican como excesivo.
Quienes son familiares de alguna persona que sufrió un accidente o que cometió una falta, saben el daño moral, social y económico que causa una información sujeta al escarnio público.
En Hermosillo se presenta un inédito fenómeno: los diarios son adquiridos principalmente por clases populares interesadas en la lectura de los hechos policíacos, y por personas pertenecientes a los estratos pudientes que buscan su fotografía en las secciones sociales.
Es urgente que quienes determinan el criterio de los medios de comunicación reconozcan la necesidad de reorientar el manejo de las informaciones de manera más responsable, humana, objetiva, que privilegie las grandes causas de la sociedad.
Con tal actitud estamos propiciando el crecimiento de la delincuencia juvenil, por la falta de elementos policíacos preparados en la investigación y persecución de los delitos.
Roberto Fleischer Haro egresado de la IV generación de la Escuela de Policía. Registro Nacional de Seguridad Pública FEHR440205H26223583 rfleischer_44@hotmail.com
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