La prevención del delito no consiste exclusivamente en acciones policiales, como se concibe en muchos ámbitos. Está vinculada necesariamente a políticas públicas, tales como desarrollo económico, cultura de la legalidad, formas de organización ciudadana, credibilidad social, crecimiento poblacional, empleo y educación, y un sistema integral de justicia y seguridad pública, que corresponde al Estado impulsar en un marco de corresponsabilidad institucional y ciudadana.
El reto es diseñar y ejecutar esquemas dinámicos de prevención, a partir de programas de trascendencia social, salud, educación, trabajo, deporte, oportunidades de desarrollo, e implementar acciones para enfrentar la apertura, a veces irresponsable, de los medios, la influencia negativa de transculturización vía Internet, la depresión juvenil ante horizontes inciertos de oportunidades, el cine, la televisión y la publicidad directa o subliminal, que promueven el consumo de droga, el libertinaje sexual y la violencia.
Instrumentar la coordinación Municipal que permita combatir las causas que generan la comisión de delitos y conductas antisociales, desarrollar programas y acciones de fomento a los valores culturales y cívicos, que induzcan el respeto a la legalidad y a los derechos humanos.
Formular una política criminológica de prevención, de alcance y observancia municipal, que contribuya a preservar el orden y la paz pública de manera capaz y coordinada.
Propiciar que la población participe con las autoridades en la planeación, supervisión, ejecución y evaluación de las acciones que en materia de prevención del delito se programe.
Coadyuvar a la preservación de la integridad familiar y los derechos de las personas que la integran, con el objetivo de convertirla en el medio fundamental para lograr la prevención de conductas antisociales.
Fomentar la cultura de la prevención del delito en la educación que se imparte en los distintos niveles de las escuelas públicas y privadas de los Municipios.
Ejercer las acciones de coordinación pertinentes para prevenir el incremento de la demanda en el consumo de drogas (narcomenudeo), sicotrópicos, y estupefacientes.
Propiciar en los centros de trabajo conferencias y seminarios sobre esta temática, con representantes de los cuerpos de policía e integrantes de los comités de consulta y participación comunitaria.
Que los medios de comunicación coadyuven a prevenir y combatir la comisión de delitos y conductas antisociales.
Garantizar la seguridad Jurídica y social de los derechos de los menores para evitar conductas infractoras.
Brindar asistencia social y oportuna e integral a los niños de la calle, con atención especial en la orientación preventiva.
Fomentar la realización de actividades culturales, deportivas y recreativas para crear patrones de conducta que prevengan actos delictivos y adicciones.
Configurar un sistema de información confiable que procese los datos adecuados para el análisis de la problemática de la prevención del delito.
Promover a la unidad familiar a través de acciones conjuntas entre los sectores públicos, privado y social orientados a la concientización social sobre la relevancia que posee el entorno familiar en la prevención del delito y las conductas infractoras.
Coordinarse con las autoridades de Salud, Educación, Desarrollo Social y Familiar, dirigidos a la prevención integral del delito y la violencia intrafamiliar.
La nueva cultura de prevención del delito se entenderá como la conciencia participativa ciudadana y sus instituciones sociales, como lo son; las familias, los centros de trabajo, las organizaciones civiles, las instituciones educativas y todo espacio de convivencia humana que implique compartir el interés de dicha cultura, que tiene como únicos beneficiarios al individuo y la sociedad.
Roberto Fleischer Haro egresado de la IV generación de la Escuela de Policía. Registro Nacional de Seguridad FEHR440205H26223583 e. Mail rfleischer_44@hotmail.com
El reto es diseñar y ejecutar esquemas dinámicos de prevención, a partir de programas de trascendencia social, salud, educación, trabajo, deporte, oportunidades de desarrollo, e implementar acciones para enfrentar la apertura, a veces irresponsable, de los medios, la influencia negativa de transculturización vía Internet, la depresión juvenil ante horizontes inciertos de oportunidades, el cine, la televisión y la publicidad directa o subliminal, que promueven el consumo de droga, el libertinaje sexual y la violencia.
Instrumentar la coordinación Municipal que permita combatir las causas que generan la comisión de delitos y conductas antisociales, desarrollar programas y acciones de fomento a los valores culturales y cívicos, que induzcan el respeto a la legalidad y a los derechos humanos.
Formular una política criminológica de prevención, de alcance y observancia municipal, que contribuya a preservar el orden y la paz pública de manera capaz y coordinada.
Propiciar que la población participe con las autoridades en la planeación, supervisión, ejecución y evaluación de las acciones que en materia de prevención del delito se programe.
Coadyuvar a la preservación de la integridad familiar y los derechos de las personas que la integran, con el objetivo de convertirla en el medio fundamental para lograr la prevención de conductas antisociales.
Fomentar la cultura de la prevención del delito en la educación que se imparte en los distintos niveles de las escuelas públicas y privadas de los Municipios.
Ejercer las acciones de coordinación pertinentes para prevenir el incremento de la demanda en el consumo de drogas (narcomenudeo), sicotrópicos, y estupefacientes.
Propiciar en los centros de trabajo conferencias y seminarios sobre esta temática, con representantes de los cuerpos de policía e integrantes de los comités de consulta y participación comunitaria.
Que los medios de comunicación coadyuven a prevenir y combatir la comisión de delitos y conductas antisociales.
Garantizar la seguridad Jurídica y social de los derechos de los menores para evitar conductas infractoras.
Brindar asistencia social y oportuna e integral a los niños de la calle, con atención especial en la orientación preventiva.
Fomentar la realización de actividades culturales, deportivas y recreativas para crear patrones de conducta que prevengan actos delictivos y adicciones.
Configurar un sistema de información confiable que procese los datos adecuados para el análisis de la problemática de la prevención del delito.
Promover a la unidad familiar a través de acciones conjuntas entre los sectores públicos, privado y social orientados a la concientización social sobre la relevancia que posee el entorno familiar en la prevención del delito y las conductas infractoras.
Coordinarse con las autoridades de Salud, Educación, Desarrollo Social y Familiar, dirigidos a la prevención integral del delito y la violencia intrafamiliar.
La nueva cultura de prevención del delito se entenderá como la conciencia participativa ciudadana y sus instituciones sociales, como lo son; las familias, los centros de trabajo, las organizaciones civiles, las instituciones educativas y todo espacio de convivencia humana que implique compartir el interés de dicha cultura, que tiene como únicos beneficiarios al individuo y la sociedad.
Roberto Fleischer Haro egresado de la IV generación de la Escuela de Policía. Registro Nacional de Seguridad FEHR440205H26223583 e. Mail rfleischer_44@hotmail.com