El hombre tiende a emigrar siempre por alguna necesidad, si este se encuentra satisfecho en donde reside, por tener todo lo indispensable para su subsistencia, difícilmente pensaría en cambiarlo por otro lugar cuyo futuro implica la incertidumbre.La carencia de trabajo, es lo que obliga al hombre a salir a buscarlo fuera de su lugar de origen y residencia, inclusive fuera de su país, no es la única, podemos señalar también problemas jurídicos, delincuentes sociopolíticos, guerras, etc., etc.
Esto ha motivado que sobretodo en México, salgan como sabemos y abandonen los pocos bienes que poseen, estos hombres y mujeres que, soñando con mejorar su situación y condiciones de vida, se atreven a dejar su hogar y su familia los cuales muchas de las veces nunca más los vuelvan a ver, para aventurarse al “Norte” su destino, intentar cruzar la línea fronteriza con Estados Unidos e internarse en un país con un lenguaje y costumbres totalmente distintas a las nuestras, en busca del sueño americano, algunos olvidándose totalmente, de que son Mexicanos.
Esto ha provocado que un sinnúmero de vivales llamados generalmente “Polleros y Bajadores” aprovechándose de la precaria situación económica e ignorancia, a veces enganchan, invitan o promueven que el individuo salga, permitiéndole un futuro lleno de bonanza, sin embargo la realidad es totalmente distinta.
Sufren maltratos y humillaciones en su caminar, son señaladas por la mayoría como peligrosos y marginados por andar sucios y mal vestidos, debemos respetarlos y valorar su dignidad como seres humanos.
En algunos casos ni tan siquiera los cruzan – la línea divisoria – otros llegan a tener mas “suerte” y en condiciones realmente inhumanas los pasan al otro lado, pero son abandonados en no pocos casos en lugares desérticos, unos más son muertos por las condiciones del traslado, por los mismos enganchadores y a veces por las patrullas de migración.
Este tipo de problema origina otros mas “…El tráfico de emigrantes ha dado lugar también a mayor falsificación de documentos simulación de estados civiles, particularmente en contraer matrimonios ficticios…” y habría que agregar el hecho de que muchas mujeres embarazadas cruzan la línea del país. A efecto de que el hijo adquiera al nacer allá, la nacionalidad americana.
El peligro que acecha a las mujeres cuando intentan cruzar a los Estados Unidos, es incontrolable.
Los delincuentes que se dedican a asaltar grupos de migrantes no sólo se conforman con quitarles sus pertenencias de valor sino que los golpean, y la mayoría de las mujeres son violadas por estas personas que cometen delitos a diestra y siniestra bajo los influjos de alguna droga, lo que es muy común y se da con mucha frecuencia en el Distrito de Altar, Sonora.
Y en una evidente violación a los derechos humanos autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) retienen y encarcelan a emigrantes nacionales y extranjeros, en reducidas celdas, bajo hacinamiento lo que no reúne la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que tal parece no hay autoridad competente para frenar esta problemática.
Además influye de manera constante en las personas del sexo femenino que tratan de alcanzar la frontera la prostitución como medio de ingreso para sus necesidades personales.
También existe la posibilidad de comercialización de órganos, tejidos y cadáveres de seres humanos.
Esta actividad se ha vuelto un serio problema, porque la delincuencia que combina todos los ilícitos se ha manifestado en estas áreas, al parecer hay casos que por interés personal se done algún órgano o tejido compatible para ser transplantado a otro, pero cuando éste es de manera forzosa es cuando constituye un delito.
El grupo más vulnerable en estos episodios son los menores de edad, los niños, no son pocos los casos en los cuales muchos de ellos son secuestrados con el único afán de arrancarles parte de su vida, un órgano, y posteriormente abandonarlos o inducirlos a la prostitución.
El artículo 326 de la Ley general de salud, prohíbe la donación de órganos y tejidos humanos cuando se trate de que el donante sea un menor de edad, un incapacitado o una persona que por cualquier circunstancia no pueda expresar libremente su consentimiento.
Ojala, que en lugar de muros y divisiones vergonzosas existan puentes que nos unan y así logremos crecer en la fraternidad y que nuestros paisanos regresen a sus casas y familias, no con el corazón roto, sino con sus esperanzas colmadas.
Roberto Fleischer Haro, es egresado de la cuarta generación de la Escuela de Policía. Registro Nacional de Seguridad FEHR440205H26223583 e. Mail rfleischer_44@hotmail.com
